domingo, 13 de abril de 2008

Aroa


Aroa
Es una palabra vasca, que en el contexto de la agricultura, significa: “el momento óptimo, ideal, para trabajar la tierra”

NUESTRA AROA
Capital del municipio Bolívar en el estado Yaracuy. Población originada por la explotación de las minas de cobre y las haciendas de cacao.
Se halla a 350 m de altitud dominando el cauce del río Tupe, afluente del río Aroa; y en la vertiente occidental de la sierra de Aroa.
La temperatura media es de 25,4 °C y las precipitaciones medias anuales de 1.350 mm.
En 1.605, Alonso Sánchez de Oviedo, alcalde ordinario de Barquisimeto, descubrió una rica veta cuprífera en la sierra de Aroa.
En 1.615 fundaba allí un real o asiento minero que para 1.630 era ya un caserío.
El cobre se sacaba por el río Aroa hacia la costa.
El 24 de noviembre de 1.637, Bartolomé López de Mesa fue nombrado justicia mayor de las minas, con título de capitán a guerra.
La actividad minera estimuló el poblamiento del valle y para el 8 de junio de 1.655, el gobernador Martín de Robles Villafañe nombró a fray Antonio de Luzena cura capellán de la mina de Su Majestad en el valle de San Francisco de Cocorote, por estar en jurisdicción de esta ciudad.
Por esta época las minas pasaron a ser propiedad de los antepasados del Libertador Simón Bolívar, quienes dejaron caer en desuso las tierras y la explotación minera se convirtió en una actividad irregular que ocupaba a gente de todo tipo, ajenas a la propiedad.
En 1.715 el valle de Aroa estaba despoblado; se cultivaba cacao y para 1.720 había 3 haciendas grandes y otras menores de naturales, con 10.000 árboles que producían 150 fanegas, transportadas por el río Aroa desde el sitio de Los Puertos, o El Puerto, llamado así desde que en el siglo anterior el cobre era embarcado en canoas hacia la costa.
El 14 de octubre de 1.746, el padre Juan Bernabé Canelón Lanzarote, cura de Duaca solicitó permiso para construir una capilla a petición de las familias que allí residían, a lo cual accedió el obispo Juan García Abadiano y el valle fue anexado a aquélla el 20 de diciembre de ese año.
En 1.761 Aroa era ya un caserío disperso que servía de enlace en la ruta del primer correo, creado entre Maracaibo y Caracas por el gobernador de aquella provincia, Francisco Javier Moreno de Mendoza; era atendido por el cura de Duaca.
En 1.765 estaba encargado del valle el cabo a guerra Matías de Tellechea, quien organizó 2 compañías de milicias, una de blancos y otra de pardos; este cargo era nombrado por el Tribunal Superior y se encargaba del orden militar y de los decomisos del contrabando, tenía total independencia de los alcaldes ordinarios y del justicia mayor de Barquisimeto, quienes se encargaban del gobierno político del valle.
En informe de este funcionario de 1.769, se dice que Aroa era un sitio de casas dispersas, sin forma de poblado y sin iglesia, con 669 habitantes, ocupados en la siembra de cacao.
El auge del contrabando por el río Aroa y otros, motivó la suspensión de las licencias de navegación fluvial a partir de 1.776, cuando fue creada la Intendencia; ese año, los vecinos dirigieron nueva petición al obispo Mariano Martí, quien concedió el oratorio el 31 de agosto, éste se hizo en el sitio de Agua Viva y se conocería como La Ermita.
En 1.779 tenía 750 habitantes aproximadamente, no había indios, excepto algunos de Duaca que tenían siembras de cacao, el cura de esta población era quien atendía al “pueblo de Aroa”.
Ese año el teniente del valle, Rafael Lugo, solicitó del obispo que el oratorio fuese elevado a la categoría de curato, lo cual fue concedido el 9 de febrero de 1.782, aprobado en auto del gobernador el 31 de mayo, se erigió definitivamente el 4 de junio siguiente como parroquia de San Miguel de Aroa.
El terreno para la iglesia fue cedido por Félix Torrealba, en lugar más apropiado que donde estuvo La Ermita.
Después de muchos litigios, la Corona confirmó los títulos de propiedad de las tierras de Aroa a Juan Vicente Bolívar y Ponte y a su esposa, padres del Libertador; los juicios con los ocupantes de las tierras y la Guerra de Independencia llevaron a María Antonia Bolívar, hermana de Simón Bolívar, a arrendar minas y tierras a una compañía inglesa, iniciándose así a partir de 1.824 una nueva etapa en Aroa.
La población aumentó con los empleados y trabajadores, ingleses y criollos que acudieron a la explotación minera y el sitio original se hizo insuficiente, por lo que poco a poco los habitantes se fueron desplazando al sitio de La Luz.
En 1.835 la diputación provincial de Barquisimeto legalizó el traslado de Aroa al nuevo lugar.
Ese año, durante la Revolución de las Reformas, Pedro Carujo, que ocupaba Puerto Cabello, atacó Aroa y otros lugares cercanos.
En 1.842 el naturalista belga Jean-Jules Linden recorrió la sierra en busca de especimenes botánicos.
El auge de la explotación minera hizo que en 1.872 se iniciaran los trabajos para la construcción del tramo ferrocarrilero Las Minas-Tucacas, concluido en 1.877, y llamado Gran Ferrocarril Bolívar, el primero en el país.

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